El bueno de Isaac a veces tenía muy malas pulgas. Así que una tarde, cuando disfrutaba de la siesta tumbado a la bartola y le cayó una manzana en toda la cabeza, muchos se temieron que saliera corriendo por una hacha para talar el árbol. Pero como también era el hombre más listo de la tierra sacó algo mucho mejor del chichón: el secreto que daba cuerda a todos los astros del firmamento. Lectura recomendada a partir de 9 años.