Eternamente eclipsada por sus seis hermanos y sus amigas súper guays, Clawdeen Wolf decide finalmente ser el centro de atención en la inminente fiesta de su decimosexto cumpleaños. Pero una vez que ha cundido la alarma por la existencia de monstruos en el vecindario, los RAD se dispersan y buscan escondite. Clawdeen se desespera al verse encerrada en la pensión familiar. Melody quiere poner fin a los paseos por las casas de los monstruos organizados por Bekka, aunque está muy ocupada intentando averiguar la verdad sobre su pasado; además comienza a darse cuenta de que los demás la obedecen sin rechistar… Mientras tanto, Frankie no da crédito a que Brett la haya traicionado al poner al descubierto a todos sus amigos. Aun así, Frankie desea permanecer en Salem y luchar por los derechos de su comunidad. ¿Quién está con ella…? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?