Qurtuba, tan hermosa y tan culta, frontera entre una tierra de luz y el mar de las Tinieblas; el Señor de los Libros, Al-Hakam II, no creyó lo que decía aquel extraño volumen, no creyó que tu fin estuviera tan cerca. Cuando Maryam e Ibn Umar, la bibliotecaria y el cadí, pujaron por el libro en tu populoso zoco, desconocían que pujaban por sus vidas y por la supervivencia de Qurtuba la hospitalaria; nada sabían, y al leerlo comprendieron que ya nada sería lo mismo. ¿Cabían en unas páginas hechos protagonizados por ellos y solo por ellos conocidos? En Qurtuba, donde lo imposible fue real, Abul Anbas les vendió el libro de los libros y selló el destino de los cordobeses y de la dinastía Omeya. Intensa y entrañable narración que nos recuerda la trascendencia del libro y la escritura y que nos acerca al terrible calígrafo, al hombre que cambió la pluma por la espada y que se hizo llamar Almansur, el victorioso, el advenedizo que martilleó a los cristianos y, paradójicamente, fue la maldición de Córdoba.
hace 7 años