Para su familia adoptiva, Gonzalo es un niño especial y poco afectuoso que siempre anda inmerso en su mundo.
En la escuela, lo definen como un alumno de altas capacidades, introvertido y solitario. Su profesor de ajedrez está seguro de que tiene un futuro brillante.
Y, para alguien de su entorno, es la víctima perfecta. Por eso ha decidido secuestrarlo y enviar enigmáticos mensajes a su familia.
La vida de Gonzalo está en juego y, como en una partida de ajedrez, su destino depende de la inteligencia… y de la suerte.