Publicado en 1954, La música del desierto supuso un punto de inflexión en el trayecto poético de William Carlos Williams que modularía sus últimos poemarios, Viaje al amor y Cuadros de Brueghel , con los que conforma e inicia una suerte de trilogía. Aquí la forma característica del poema de Williams y, sobre todo, su atención especial a la prosodia natural de la lengua encuentran su definitiva plasmación. Libro de inagotable interpretación, La música del desierto contiene alguno de los más altos poemas del siglo XX, como el que da título al libro, 'El descenso' o 'Para Daphne y Virginia', donde oímos al poeta decir: 'sé paciente mientras te hablo/ en un poema: no existe/ medio mejor.