Resumen

Colombia padece una larga hegemonía conservadora que tiene sumida al país en un atraso económico, agrario, político y social. A inicios de la década de los años 20, desde distintas partes del territorio se inician insurrecciones populares que buscan el mejoramiento de las condiciones laborales, la re-significación del papel de la mujer y las comunidades minoritarias en la sociedad y un profundo cambio en la estructura del Estado. Bajo el mandato presidencial de Miguel Abadía Méndez, un 6 de diciembre de 1928, un grupo de trabajadores de las bananeras controladas por la multinacional estadounidense United Fruit Company, levantan su voz de protesta en el territorio de Ciénaga, Magdalena, a causa de los malos tratos de los patronos, la falta de prestaciones sociales y un sueldo irrisorio. Lanzando arengas cerca de las vías del tren de carga, los huelguistas son masacrados por un regimiento de las Fuerzas Armadas de Colombia bajo órdenes del general Carlos Cortés Vargas. Los muertos, incalculables. Algunos registros enuncian alrededor de cinco mil víctimas; otros, entre ochocientos y tres mil: posterior a la matanza, fueron trasladados en el propio tren y luego arrojados al mar.