Es un hecho que el nombre de Jason Bourne es una carta de presentación casi inmejorable para quienes busquen adentrarse en un buen thriller. No es de extrañar, pues, que Eric Van Lustbader decidiera hace años coger el testigo de su amigo Robert Ludlum tras el fallecimiento de este, y continuara con una saga de un personaje ya emblemático. “La absolución de Bourne” no podía estar exenta del que es uno de los rasgos más característicos de la saga: las múltiples localizaciones, en este caso Washington y la antigua Unión Soviética principalmente. Asimismo, combina muy hábilmente dos elementos muy atractivos, como son las grandes dosis de acción con la intriga política. Van Lustbader logra alcanzar un equilibrio entre los enfrentamientos más violentos de Bourne con algunos de sus enemigos y la inestabilidad que aqueja la CIA a causa de sus luchas de poder internas tras el polémico nombramiento de Veronica Hart como directora. La acción va en aumento capítulo a capítulo, y el carisma de su protagonista hace el resto. Jason Bourne es una apuesta segura para los adictos a los thrillers. (Ana Rayas)
hace 12 años