Al fin he viajado a una ciudad en la que nunca he estado. Saramago, en su "El últimos cuaderno" me indujo a su lectura, admito que Nueva York nunca produjo en mi la suficiente atracción para llegar a interesarme un libro sobre su cotidiano discurrir, pero su lectura me ha llenado de satisfacción, me ha llenado un poco de esa ciudad conocida por sus estereotipos, sus tópicos, confirmados o desmentidos en el libro, me ha aportado una visión distinta y a la vez esperada de esa gran urbe, de sus calles y avenidas, de sus edificios y rascacielos y sobre todo de sus gentes.
hace 11 años