El cuarto y último volumen de la Historia de Roma trata de la fundación de la monarquía militar. Comienza con la serie de golpes de Estado y de revoluciones que terminaron en la dictadura de Sila, para continuar con el ascenso de Pompeyo y su actuación en las campañas militares en Oriente y, por último, con la hegemonía de César, la conquista de las Galias y el avance de las fronteras de los dominios romanos en Occidente. Las páginas dedicadas al análisis de las guerras civiles y al papel de los líderes políticos, en especial de César, se cuentan entre las más brillantes y polémicas de esta obra monumental.