Bernice Eisenstein, hija de supervivientes del capo de Auschwitz, creció en Toronto en los años 50 y vivió de primera mano las dificultades de dos inmigrantes que acababan de salir de una terrible pesadilla para integrarse en una nueva sociedad. Ésta es la memoria de una infancia ensombrecida por el recuerdo del Holocausto, pero sobre todo, es un testamento conmovedor y honesto sobre la universalidad de la memoria y la pérdida. Contiene el trabajo de ilustración de la autora.