El retratista Piero Piambo, la gran sensación de Nueva York en 1893, siente menguar sus ambiciones artísticas, pese a inmortalizar a todos los nuevos ricos de la ciudad en sus óleos. Pero entonces recibe un lucrativo encargo distinto a los demás. Su cliente es una tal señora Charbuque; el único problema es que Piambo no podrá verla, sino que tendrá que sentarse delante de un elegante biombo y su modelo le contará todo sobre su vida, dándole pistas por las que él debe adivinar su apariencia. Mientras se esfuerza lo indecible para capturar en el óleo el rostro de una mujer a la que no ha visto jamás, una serie de asesinatos tienen lugar en la ciudad. Y al tiempo que la relación de Piambo con la señora Charbuque va complicándose, este sospecha cada vez más que esos terribles acontecimientos, su encargo imposible y su extraña «benefactora» están íntimamente relacionados.