Comienza la vendimia en La Rioja Baja. Los tractores invaden las carreteras y las cuadrillas de temporeros, llegadas de todas partes, se afanan en la recolección de la uva. Al amanecer, una llamada anónima avisa al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra: el cadáver de un joven ha aparecido abandonado en un viñedo cercano a Aldeanueva de Ebro. Todo hace pensar que se trata de un temporero ilegal procedente de Europa del Este, forzado a trabajar por una mafia. La teniente Lucía Utrera, alias la Grande, comienza investigando el caso como un asunto de poco calado con la única ayuda de un equipo de guardias inexpertos y un sacerdote con problemas para controlar su ira.