Resumen

Me llamo Juan Manuel, como un hijo mío, como mi padre y como un trovador que le cantaba, acompañado de una guitarra, a mi abuela bajo el balcón. Un Juan Manuel a quien no permitieron ser mi abuelo (pobre Ramón). Nací en febrero junto a la playa nevada de un Sitges por aquel entonces entregado a la pesca, al arte y a un incipiente turismo. Escribo poesía desde los ocho años aunque, sistemáticamente, he ido destruyendo todo lo que para mí quedaba atrás. A raíz de una experiencia de vida y a una pasión por lo místico, seguidas por una búsqueda obsesiva de otras realidades o de la verdad que justificase los acontecimientos que provocaban la creencia de que era una víctima, nació El Loco. El Loco, como forma de autobiografía del nacimiento de un nuevo Ser que, a intervalos, residía el Nirvana o visitaba el Infierno. Escribir, entonces, no era un acto de voluntad, era un retortijón místico que me obligaba a garabatear en un papel palabras y versos que escribía de corrido y acababa cuando acababa. Entonces, leía lo escrito y a veces me sorprendía, pues lo escrito no era premeditado. Rumí decía: «Bendito sea el poema que viene a través de mí, pero no de mí». Está llegando un otoño, el mío, y he recogido una serie de poemas de estos últimos años como quien recoge hojas del camino.

1 Críticas de los lectores

10

Es un libro de poesía con gran calidad literaria. En él se mezclan la experiencia, ciertos toques budistas y un gran manejo de la lengua que hacen de él un poemario atrayente que deja poso en el lector.

hace 9 años