El autor aborda en este libro la crisis del hombre público, a partir de la falta de equilibrio que existe hoy entre la vida pública y la vida privada. Nos muestra cómo escasean en nuestras vidas los placeres y la ayuda que significa el intercambio con nuestros conciudadanos; cómo el extraño es un ser amenazador; cómo el silencio y la observación son ahora los únicos modos de experimentar la vida pública; y cómo la vida privada se distorsiona a medida que enfocamos toda nuestra atención sobre nosotros mismos. A raíz de esto, nuestras personalidades no se desarrollan con plenitud, perdemos el espíritu del ocio y del juego y el sentido de la discreción personal que nos permitirían unas relaciones reales y cómodas con el resto de la sociedad. Una teoría tan fascinante como importante para una mejor comprensión de la sociedad actual y de nuestras ideas sobre la identidad individual. Prólogo de Salvador Giner.