La inteligencia francesa detecta que los radicales islamistas preparan atentados en diversas capitales de Europa. Barcelona es uno de los objetivos. En España, una vez recibida la alerta, los mandos policiales piensan inmediatamente en recabar la ayuda del inspector Garibaldi para abortar los planes de los terroristas. El inspector Garibaldi es todo un personaje. Bebedor, mujeriego y recientemente divorciado, tendrá que iniciar una nueva vida en el barrio de su infancia, el Chino. No tardará en descubrir lo mucho que todo ha cambiado. Los rateros y pícaros nacionales no han desaparecido, desde luego, pero las calles son ahora multicolores, se han llenado de locutorios árabes, peluquerías paquistaníes, carnicerías halal… ¿Podrá adaptarse Garibaldi a un territorio tan diferente y, a la vez, tan poblado por los fantasmas del pasado? Karim, su vecino, con el que desarrolla una gran relación de amistad, también se encuentra en un territorio hostil. Siendo todavía un adolescente, salió huyendo de Palestina junto con su hermano Hamid. Buscaban escapar de la guerra y la pobreza. Soñaban con ver al Barça jugando en el Camp Nou. Ambos hermanos deberán decidir qué camino tomar ante una sociedad que les recibe con recelo y, en ocasiones, con menosprecio. Mientras Hamid se radicaliza y Karim lucha por encontrar su sitio en Barcelona, el inspector Garibaldi trata de adaptarse a su antiguo barrio. Alguien está buscando sembrar la muerte mientras todos los personajes se afanan en encontrar el sentido de sus vidas.