Hay aquí una búsqueda de plenitud a través de la palabra, de la belleza a través del verso, de la verdad a través de la reflexión poética, del espíritu a través de la sensibilidad estética. Una obra en la que el autor se interroga a sí mismo, en su condición de hombre en camino de su finitud, pero que también interpela a su tiempo y al Tiempo, a su vida en elaboración constante, a su civilización y a sus valores y modos de ser y estar. Y siempre con la mejor poesía, el lenguaje primogénito de un pueblo ―como afirmaba Heidegger.