Censura y Revolución analiza la censura inquisitorial hispánica de las revoluciones que hicieron sucumbir al Antiguo Régimen. A través de los edictos del tribunal de la Inquisición de México se reconstruye el carácter y el ritmo de la censura de la monarquía española en su conjunto. El inicio de la Revolución Francesa en 1789 inauguró una nueva etapa de persecución. En ésta se distinguen tres momentos que reflejan el combate a las ideas y acción revolucionarias producidas tanto en Europa como en las colonias españolas en América: el primero, 1790-1809, contempla la penetración en el espacio hispánico de la propaganda política revolucionaria francesa y los escritos impresos durante el Siglo de las Luces; el segundo, 1810-1815, condena la revolución de Independencia mexicana, cuyas publicaciones defendían un proyecto de transformación política y social, hasta cierto punto inspirado en la Revolución Francesa; el tercero, 1816-1819, se dirige fundamentalmente a combatir el liberalismo gaditano y su proyecto reformador. A pesar de la censura y persecución a las ideas revolucionarias, éstas lograron no sólo introducirse por completo en las sociedades hispánicas, sino que acabaron por abolir en 1820 a la misma institución que durante décadas las condenó. Las consecuencias serían, sin embargo, de mucho mayor calado: las colonias americanas lograron su independencia y emprendieron el camino de construirse como naciones soberanas.