Todo el contenido de Ascesis brota de la oposición entre el universo platónico y el universo bíblico. Kazantzakis emprende la tarea de reconciliarlos llevados por los hilos conductores del pensamiento bergsoniano, el grito de guerra de Nietszche y la confianza marxista. El resultado es una liberación creciente del hombre y un ascenso en las sendas del amor. Síntesis original arrancada de lo más profundo de las entrañas, Ascesis cristaliza los elementos esenciales de las diferentes experiencias espirituales de su autor, procurando asediar cada vez más de cerca ese núcleo que, en el centro del corazón del hombre, se llama Dios. Kazantzakis pasó la vida combatiendo la injusticia, la miseria, los errores. Intentó decir lo indecible y buscó a Dios en una época en que el materialismo triunfante asentaba su reino. A modo de exorcismo, se ciñó a revivir el ciclo completo del hombre. Y si practicó otros, ninguno fue nunca tan profundo, tan angustiado, tan decisivo como Ascesis, esqueleto y corazón de la obra total del gran escritor griego.