Anastasia no se puede levantar. Todavía es de noche y en su casa hay una verdadera revolución. Alguien llora por alguna parte, y su madre, muy enfadada, le grita desde el piso de abajo que hoy es el primer día del resto de su vida: "Anastasia, eso que llora es el perro, ¿recuerda?" ¡El perro! Pues no, no se acordaba. ¡Por todos los demonios!, lo trajeron ayer y ella se ha comprometida a cuidarlo, a sacarlo a pasear... todas las mañanas, antes de que saga el sol... Su primera tentación es olvidarse de él y seguir durmiendo, opero no, sabe que no debe. Este año tiene una nueva asignatura, Valores Morales, y ha aprendido que uno debe cumplir lo que ha prometido. Así que se hará cargo del perro, lo sacará a la calle para que tome el aire y haga sus necesidades, recogerá sus cacas, puja, cumplirá con sus obligaciones. Pero, claro, las cosas, aunque parezcan sencillas, hay que hacerlas como es debido, sin prisas y despierta..., porque, si no, luego vienen los líos, y los dilemas morales. Su lectura está recomendada de 9 y 12 años.