Cuando se lee las Rubaiatas de Omar Khayam, el lector se maravilla ante la originalidad y actualidad de los versos del poeta persa. Se podría pensar que se lee a un poeta contemporáneo y occidental y no a un musulmán nacido en el año 1040. Khayam era un hombre genial. Se dedicó a la astronomía, las matemáticas y, por supuesto, la poesía. Las Rubaitas reflejan su visión epicúrea de la vida. Amante del vino, expresa en sus versos la urgencia de gozar la vida antes que la muerte nos convierta en nada: “A un viejo sabio pedí información/sobre la suerte de los que partieron. Me respondió: “ya no volverán. No sé más. ¡Bebe vino!” El amor es su otro gran tema: “El amor que no conmueve no es verdadero amor” o “Los eruditos no ofrecen su saber, /pero la mirada de una mujer te revelará la felicidad”. Las Rubaiatas son poemas sencillos de cuatro versos cada uno, pero de una profundidad y belleza inconmensurables. En ellos hallamos, además de lo ya dicho, la ironía y el sarcasmo. Omar Khayyam, un poeta actual, un hombre libre y profético que ya desde el siglo XI dijo: “El hombre que conoce la grandeza de Alá/no siembra en su corazón los granos del terror y la imploración”.