El gran escritor mexicano nos seduce con un extraordinario libro autobiográfico, en un galope acelerado que, regocijadamente, remueve las fronteras y niega los géneros: uno cree internarse en un ensayo para encontrarse de pronto en un relato cuidado y descriptivo que nos lanza de bruces y sin previo aviso a una geografía desordenada. El personaje central del libro se fuga de una celda para encontrarse prisionero en otra que podría ser el paraíso, aunque él se encargará de convertir ese Edén en un sitio irrisorio pero a la vez entrañable. Las reflexiones y los escritos nos trasladan por Venecia, Varsovia, Roma, la ciudad de México, Barcelona, Praga, Londres, Veracruz…, y a todos los lugares que forman parte del pasado cosmopolita del autor.