Una historia sencilla, correctamente escrita, poco más.
hace 3 años
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Es inevitable preguntarse qué le pasa por la cabeza a un hombre como Micah Mortimer. Vive solo, es reservado; su rutina está grabada en piedra. Todas las mañanas a las siete y cuarto se le ve salir a correr. Alrededor de las diez o las diez y media pega el cartel magnético de tecno ermitaño en el techo de su Kia. Pero esta vida plácida vuela por los aires cuando Cassia, su pareja #Micah se niega a llamar «novia» a alguien de treinta y muchos#, le anuncia que van a echarla de su casa y un adolescente llama a su puerta alegando ser su hijo.
Una historia sencilla, correctamente escrita, poco más.
hace 3 años