Otra maravilla de Landero

Un monólogo sin fundamento que no logra interesarme , Landero escribe muy bien , cierto, pero ,excepto "El guitarrista", sus libros me resultan pesados y reiterativos. Este me aburrió tanto que le dejé sin terminar .

Historia ridícula donde las haya. Sin sobresaltos, lineal y pausada. Algún punto de humor pero muy comedido. El autor vuelve a deleitarnos con su exquisito lenguaje y con su maestría para narrar lo que se proponga, aunque sea una historia ridícula como esta.

Toda historia, por ridícula que sea, si está bien contada, termina siendo una gran historia. Con este libro, Luis Landero consigue dar empaque a una historia mínima, una historia con sus pequeñas historias; quizá la historia de muchos. De igual modo, como toda historia, al final pierde algo de fuerza. Pero lo importante es el camino, y aquí es genial.

El relato se sostiene a duras penas. Llega un momento en el que deja de interesar, luego es peor, se convierte en tedioso. De poco sirve que la prosa de Landero resulte fluida. Su libro es un gazpacho sin tomate, aceite, pepino y ajo.

No acabo de conectar con este escritor, me he leído varios libros de él y aunque escribe muy bien, no logro empatizar. Para mí un libro aburrido que deseo termime.

Genial siempre Landero. Siempre me sorprende, aunque escribe sobre los mismos temas: la identidad, la subjetividad y la libre interpretación de la vida, la aspiración de ser otro (ese que solo nosotros conocemos), siempre el humor sutil, hasta el punto de dudar si todo lo que se cuenta es real o no. Larga vida y larga escritura!

De Landero decía Aramburu que le gustaría leer hasta su lista de la compra. Coincido totalmente con él. Como en otros libros de Landero, no hay que buscar en esta "Historia ridícula" un argumento trepidante, ni tan siquiera una trama compleja. El placer empieza ya en las primeras frases, con su facilidad para describir situaciones y personajes, con su humor sutil y su capacidad para manejar el lenguaje desplegando la fuerza de la palabra. En cuanto a esta "historia", tiene una sencillez solo aparente. Como es habitual, Landero penetra lo cotidiano para explorar otros aspectos de la realidad a través de los ojos de Marcial, del que nos queda la duda de si es un personaje enajenado o clarividente.

Desde luego, para mi gusto, no es de lo mejor de Luis Landero. Es repetitivo, una historia sin base. Muchos mejores algunas novelas anteriores.