Unas originales memorias narradas a través de los perros que la autora tuvo a lo largo de su vida. Como deja bien claro Elizabeth von Arnim en estas espléndidas memorias, el amor humano es voluble, y el que brindan los perros a sus amos, inquebrantable. A sus 70 años, Von Arnim pasa revista a maridos, amantes y amigos, pero hace especial hincapié en el retrato de sus perros que, en su opinión, ponen de manifiesto la mezquindad de los hombres. Unas memorias rebosantes de ironía y lucidez en todas sus páginas.