La tercera en discordia no es una recién nacida, es una nueva percepción del presente y otra percepción del olvido.
Tras el nacimiento de su hija, la visión del paisaje cotidiano y la escritura de Valérie Mréjen se hacen más agudas, descubriendo y recordándonos los cambios que experimentan la relación con las personas y el entorno después del parto.
Dar a luz también es preguntarse por el pasado, aunque nuestra niñez y la juventud de los nuestros escapen a los recobrados sentidos de los padres primerizos. Así, del choque entre la realidad sobrevenida y la realidad perdida, surge un relato innovador tanto en las formas como en el fondo, un relato a medio camino entre la nostalgia por el tiempo perdido, la ilusión por el presente y el temor por los días venideros.
Tercera persona tiene poco que ver con la historia de una pequeña que comienza a explorar el mundo, es la historia de sus padres, que contemplan el mundo de una forma completamente diferente.
Mréjen es capaz de convertir temas tan recurrentes como el embarazo y los cuidados maternales en pequeñas joyas literarias, construir un universo en miniatura donde ya nada ni nadie será lo mismo. (Jorge Juan Trujillo, 27 de octubre de 2021)