Novela negra rotunda, rompedora, diferente. Muy buena.
JGF (Quelibroleo)
Maximiliano Luminaria era un chico muy callado. Sacó la mejor nota de selectividad de toda España y decidió estudiar Medicina. Una vez más, fue el mejor en los exámenes; el mejor en las prácticas y el mejor en el quirófano. Se lo rifaban todos los hospitales. No hubo cirujano más preciso ni vecino al que más quisieran los habitantes de Carabanchel. Lo saludaban por la calle. Le daban las gracias. Todos tenían un familiar al que el doctor Maximiliano Luminaria había salvado la vida. Su vida, fuera del quirófano, era diferente, ¿o a lo mejor no? La realidad es que no podrás, nunca más, sentirte aliviado porque se haya descubierto al asesino, porque, querido lector, los asesinos caminan entre nosotros.
Novela negra rotunda, rompedora, diferente. Muy buena.
JGF (Quelibroleo)
Novela espectacular, parece complicada de leer al principio, pero cuando te acostumbras al formato disfrutas cada palabra. Este autor me parece un genio y su forma de escribir tan innovadora es un reto para cualquier lector. Con David Llorente no hay paños calientes, las cosas son como son, y así las cuenta, por crudas que sean. Ningún lector quedará indiferente ante esta creación.
hace 8 añosVaya por delante que la novela de David Llorente está bien, es entretenida y presenta una disección voyeurista y muy extrema de la sociedad actual. Sexo, mucho sexo y sangre se funden en una historia de extravagante composición y grandes dosis de violencia.
Lo peor: Deja la sensación de que el autor ha pecado de inmodestia y pretende romper los cánones de la novela negra tradicional. Para ello, no contento con saltarse todas las formas habituales de la narrativa, nos entrega párrafos kilométricos en los que intercala historias y narraciones que no aportan nada a la trama y poco o nada tienen que ver con el argumento principal.
Lo mejor: La historia es muy buena, muy entretenida y se lee rápido (pero no fácil).
Conclusión: Si el autor se hubiera conformado con escribir una buena novela negra, narrada para un lector-voyeur en la que no intercalase nada ajeno a la trama. Si además hubiese separado con puntos y aparte cada una de las breves escenas que va narrando. Si no se hubiese dejado llevar por lo que parece más una empanada mental que una novela rompedora, hubiese logrado un libro verdaderamente original.
En lugar de eso, se empeña en construir una narración muy extraña que termina lastrando el resultado final y deja en el lector el regusto a exceso de ego.
Si en lugar de escribir un libro rarísimo, Llorente se hubiera conformado con uno raro, el resultado sería muy superior, muchas veces menos es más. En resumen: Entretenida pero muy pretenciosa.