Tras la muerte de su padre, Didier Eribon regresa a su ciudad natal, Reims, y redescubre todo lo que había dejado atrás treinta años antes. Este ensayo autobiográfico es el resultado de esa inmersión en su pasado, en la que evoca el mundo obrero de su infancia y relata su posterior trayectoria.
Cada etapa de esta historia, íntima y profundamente conmovedora, se combina con elementos de reflexión sobre la configuración de las clases sociales y cómo estas determinan y a la vez se ven definidas por aspectos como el sistema educativo, la identidad de cada individuo, su sexualidad y por supuesto la política (incluidos los cambios en los patrones de voto de la población trabajadora, reflejados en su propia familia, que pasó de su lealtad al Partido Comunista a la adhesión al Frente Nacional). Reinscribiendo las trayectorias individuales dentro de los determinismos colectivos, el célebre filósofo francés desvela con lucidez la multiplicidad de formas de dominación y, por tanto, de resistencia, que existen.