Leo en Ovidio: "Quantum mortalia pectora caece Noctis habent!" (¡Cuánta ciega noche contienen los pechos mortales!) ¿Será algo similar a lo que leemos en Juan Ramón: "Me desperté dos veces, triste y triste..."? ¿O a lo que he leído también en Marina Tsvietáieva, ya citada en este libro, "Hay algo que no supe hacer: vivir"? Es este, obviamente, un libro elegíaco. Sobre el tiempo, su tránsito y sus bellezas. Y como toda elegía -también con la que equivalente arqueológica es asimismo un libro de enorme vitalismo y sensualidad, porque la fugacidad enaltece el placer. ¿Referencias culturales? Me han parecido siempre parte integrante y cimera de la vida: la encumbran, la subrayan, la multiplican... La villa romana que descubre sus esplendores ocultos es siempre nuestra propia vida. Todas las vidas. El simún siempre sopló en ellas. Elegía y sensualidad: la vida, el tiempo. L. A. de V.