Es una obra de teatro breve que, mediante unos diálogos ágiles y concisos, retrata la condición de la mujer casada en la sociedad europea del siglo XIX. Fue escrita y representada por primera vez en esta misma época –segunda mitad del siglo XIX-, donde la mujer se perfilaba como un ser abnegado al matrimonio, al cuidado de la casa, de la familia, cuyos actos necesitaban de la protección y aprobación por parte de los hombres, los encargados de hacer carrera y traer el sustento a casa. En otras palabras, la mujer era tratada y vista como un ser de edad inmadura, sin que ello le eximiera del deber para con su entorno y de ser juzgada por sus actos, si fuera necesario. Nora, la protagonista, es una ama de casa entregada a su marido y a sus dos hijos e hija, una mujer de apariencia infantil, caprichosa y malgastadora. Todo cambia cuando se ve envuelta en una serie de situaciones y hechos que le abocan a plantearse su lugar. Su existencia ha estado guiada para y según las normas e ideas de los hombres de su vida –su padre y su marido después-, manejada como una muñeca por los deseos de ellos. De ahí el título de la obra que simbólicamente hace referencia a las mujeres que ceden su propio camino para entregar su vida en pro de otros y se ven sometidas al capricho de los hombres. Debió ser una obra subversiva para la época, lamentablemente, en la actualidad, aún subsisten gran cantidad de marcos ideológicos y sociales que amparan la desigualdad de la mujer frente al hombre.
hace 12 años