El único libro de Vila Matas que realmente me ha gustado. Tal vez porque es autobiográfico y respira un poco más de realidad sin perderse tanto en divagaciones literarias y cultas.
hace 3 mesesSer joven en París en los años setenta y escribir una primera novela en una buhardilla alquilada a Marguerite Duras en la rue Saint-Benoît es un aprendizaje tan literario que parece inventado. Volver décadas después y retratar a un aprendiz de escritor en un permanente estado de desesperación impostada que imita a sus ídolos literarios en los cafés convierte a esta novela iniciática en un homenaje a la desilusión y la esperanza de los años de juventud. El joven Enrique Vila-Matas pasea por el barrio de Saint-Germain-des-Prés fingiendo ser un escritor maldito, espía la vida de bohemia de sus amigos artistas y escucha desconcertado los consejos de su casera en un francés superior que no entiende, mientras se despide de la poesía y de la felicidad de la escritura imaginaria. Enrique Vila-Matas incorpora un bellísimo prólogo a una de sus novelas más divertidas cuando se cumplen diez años de su publicación. El relato autobiográfico de sus primeros pasos literarios nos invita a adentrarnos en uno de innumerables pasajes parisinos como quien entra, con la elegancia y la naturalidad de su prosa más irónica, en la vida de un escritor que no se acaba nunca.
El único libro de Vila Matas que realmente me ha gustado. Tal vez porque es autobiográfico y respira un poco más de realidad sin perderse tanto en divagaciones literarias y cultas.
hace 3 mesesYo me acerqué a este libro definitivamente por mi gusto hacia la literatura de Hemingway, y lo mejor que encontré fue a otro buen escritor, que de todas maneras seguiré leyendo. La obra es muy interesante, debe ser lo que todo admirador de Hemingway ha soñado con hacer, y que en este caso a su autor le resultó muy favorable. De todas maneras es un muy buen tributo a Hemingway, y un gran logro para Vila- Matas.
hace 13 años