Al igual que Montaigne, Thomas Bernhard (1931-1988) toma su persona como objeto de estudio. El origen es la primera novela de lo que sería su pentalogía autobiográfica. Su relato no esconde nada y muestra a las claras la nefasta influencia que el nacionalsocialismo y el catolicismo ejercieron sobre su persona cuando éste tenía trece años y Alemania había perdido la segunda guerra mundial y los aliados arrasaban con sus bombardeos ciudades alemanas y austriacas como Salzburgo donde vivía Bernhard y que este detalla con tal precisión que su lectura sobrecoge. Donde otros justifican y esconden Bernhard acusa, crítica, detesta su ciudad, sus gentes, su atmósfera opresiva y violenta, la educación aniquiladora recibida, la vileza y abyección reinante; una sociedad suicida y enferma en definitiva, que aniquila al ser humano, lo abole y nutre de desmemoria. El único rasgo de humanidad el autor lo encuentra en su ilustrado abuelo. Es El origen, editado por Anagrama con traducción de Miguel Sáenz, un libro que considero valioso, no tanto por el estilo del autor que a ratos resulta cargante, sino por el testimonio que da Bernhard, por hablar donde otros callan, por referir hechos, vivencias, experiencias, que la mayoría opta por obviar, maquillando un pasado que les haga sentirse bien, a gusto con su vileza y su desmemoria.
hace 8 años