Clara, agotada a sus treinta y siete años, encuentra una oportunidad para no pagar los desorbitados alquileres de Madrid: vivir en un pueblo de la sierra de Alicante con todos los gastos pagados. Allí conocerá a Ángela, una querida vieja de setenta y nueve años que le hará cuestionarse la forma en la que ve la vida. Pero nada es gratis, a cambio tendrá que pensar en maneras de conseguir repoblarlo. Es el contrato que ha firmado. Ojos color limón es un pueblo. Es una vieja. Una oportunidad. Es una amiga. Y es escapar del ruido. Es masa de pizza. Es volver a empezar. Ojos color limón es Ángela y también es Clara. Y todos los años que tienen entre medias. Este libro es tiempo. Una novela para volver al pueblo. (Y respirar).