Por regla general las personas cuando queremos relajarnos intentamos cambiar de aires, hacer un stop en el camino de la vida para coger impulso, suelen ser bastante reconfortante esos retiros en algún pueblo rural, una casa de campo, alejarnos del asfixiante y mundanal ruido. Conocí a NolaN y su creador en una situación muy similar anímicamente y no fue en un pequeño pueblo, es más creo que elegí la que por esos días era la ciudad más bulliciosa de todas, a pesar de ello, y de la lluvia y del gentío pude olvidarme de todo, hasta del precio de este viaje, sintiéndolo, disfrutándolo, viviéndolo.
Así arrancó NolaN retirándose unos días a un lugar más tranquilo e intentar que le llegase la inspiración apagada o perdida, para terminar la que será su nueva novela. Una casa solitaria, un bosque que impone y que al igual que te puede encantar te puede embrujar, una canción que solo NolaN parece oír y sentir, tormentas eléctricas sin explicación aparente ...
Decía un conocido mío, que es algo muy clásico en el mundo literario, solo que después cada autor le da su toque personal, algunas veces acertado otras no. Y acertado es en el caso de Gonzalo Jerez, él le da su toque, genial recreación del lugar y los pocos pero peculiares habitantes del lugar, imprevisible pues esperas algo y no sabes a ciencia cierta por donde te vendrá, y soberbio final del que no diré absolutamente nada, tenéis que leerlo, si es queréis conocerlo.
Una historia ya de por sí atrayente por su argumento, fácil de leer, cortita e ideal para pasar un buen rato y disfrutar, como yo.
hace 8 años
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