Si Niño y grande es una novela de amor era lógico que Miró introdujese elementos vinculados a la enfermedad y a la muerte, temas que siempre ocuparon y preocuparon al escritor. (...) Rara es la obra de Miró en la que no aparezca una meditación sobre la muerte, como igualmente rara es la obra en la que no se produzca una meditación, paralela, sobre el amor. (...)Algunos aspectos muy queridos por Miró, como el tema de la luz y la oscuridad, del conocimiento profundo que supone la mirada, están muy bien presentados en Niño y grande.