“La música que nace en nuestros barrios es el eco inmortal de las historias de nuestra ciudad. “Neblina púrpura” captura el ruido de un San José que no ha sido olvidado, que habita en la memoria colectiva de la última generación que soñó con imposibles.El rock fue el sonido de la nueva clase media costarricense.Después de la década del optimismo y la reconciliación nacional, después del Verano del Amor y del viaje a la Luna, los hijos de la revolución solo ven posibilidades y promesas. Los niños de la posguerra crecen y se arman de guitarras eléctricas para contar sus historias con sus propios sonidos en una capital enamorada del progreso, desprendida de su pasado de ríos y cafetales.El rugido de un pedal de fuzz es el heraldo de futuros inéditos. Vernor Muñoz nos lanza a las calles del San José que existió en ese momento luminoso y breve durante la adolescencia de nuestra Segunda República, en el umbral de una década que se traería abajo los sueños de generaciones enteras.”-Fo León