Flandes, 1936. Un soldado español trata de escapar a la muerte recordando los hechos de su vida, espantar a la locura fijando la memoria. Mientras, esconde en esa relación otros nombres y signos que le abren las puertas al infierno. Madrid, hoy. Un estudiante que tiene la mala suerte de encontrar siempre lo que busca, lee la historia de otro hombre mientras trata de entender el sentido de la suya. Son Teseo y Minotauro de un juego laberíntico, mágico, que convierte sus vidas en movimientos a través de casillas como el amor, la aventura, el viaje, la guerra, el crimen y la muerte. Mención del Jurado Premio Nadal 1999.