Marcos Montes nos habla de las peripecias de un obrero que trata de salir de una mina de oro tras un accidente, y de las dificultades que encuentra para conseguirlo. Es además la confluencia entre seres exhaustos y angustiados por una suerte dudosa. Pero es también, quién sabe si por encima de todo, defensa y apología del perdón, tanto del ajeno como del propio. David Monteagudo, con la habilidad narrativa y las cualidades con las que nos sorprendió en Fin, nos conduce de nuevo —y nos conmueve— en un viaje que acaricia los valores esenciales y más livianos del alma humana.
Para mi la literatura de este autor es brillante, su descripción hace que puedas entrar en la historia y vivir las situaciones con los protagonistas, su acurada descripción de los detallles hace que la imaginación no tenga ningún problema para ubicar el escenario que nos presenta. La historia, muy buena. Yo lo recomiendo mucho.
hace 13 añosSI "Fin" era malo, este es pésimo. Con una historia absolutamente previsible y sin ningún interés narrativo. Lo mejor que se puede decir es que tiene 118 páginas y, así y todo, le sobran 50. Me sigue asombrando que una editorial tan admirable como El Acantilado haya apostado por una escritura tan mediocre.
hace 13 años
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