Los culpables ofrece una brillante reflexión sobre las posibilidades de la voz hablada. Los seis cuentos y la nouvelle que integran este volumen de Juan Villoro han sido escritos en primera persona. A través de ellos, el escritor no busca ser un taquígrafo del habla real, sino explorar la forma en que alguien podría hablar en un momento crítico y revelador. Un mariachi harto de su éxito folklórico, un futbolista al borde del retiro, un ejecutivo que pierde demasiados vuelos, un guionista que edita con tijeras para rebanar pollos, un limpiador de ventanas suspendido en un andamio, un viajero que adopta una iguana y un anfitrión convencido de que los mexicanos sólo matan a sus amigos, cuentan lo que no quieren contar. Ninguno de ellos es un escritor profesional; si alguno quiso serlo, ha fracasado. ¿Por qué se desahogan en este libro? Para evadir una responsabilidad incómoda. Curiosamente, logran lo contrario. La confesión religiosa busca descargar la culpa a través de revelaciones.