Creo que este es el ejemplo perfecto de cómo hacer divulgación científica, ya que el autor ha sido capaz de mezclar datos reales de las investigaciones en torno a la esquizofrenia con el drama de los Galvin de una forma magistral. En ningún momento el libro se hace pesado, parece una mezcla de documental y telenovela en la que nunca sabes lo que va a ocurrir. Cada vez que parece que la cosa se va a calmar, ocurre un nuevo giro que pone la vida de esta familia patas arriba. Actualmente se la da una mayor importancia a la salud mental, pero en los años en los que transcurre este libro todavía había muchos prejuicios y desconocimiento, lo que hace que la familia no sepa cómo actuar. El caso es más grave si tenemos en cuenta que todos sufren de trastornos psicóticos, con lo perturbadores que pueden llegar a ser y de los que, incluso hoy en día, todavía se desconocen las causas. El libro es capaz de mostrarnos la realidad de las personas que sufren estos trastornos y de sus familiares, cómo pueden llegar afectar al núcleo familiar de tal manera que lo destrocen por completo. El libro también hace una crítica al sistema de salud estadounidense y, especialmente, a la industria farmacéutica. Entre todos los datos y hechos que nos cuenta se entrevé lo mal que está el panorama y los intereses económicos que subyacen a cualquier descubrimiento, a costa incluso de los usuarios. Un libro que nos acerca una realidad muy desconocida de una forma entretenida y sorprendente. Irbis.
hace 4 meses