La mezcla de viajar con posibles pero dejándote llevar por lo que le marque el camino y además aprendiendo de la historia por donde viaja hace que su lectura sea amena y te atrapa.

Acabo de llegar del desierto de nubia, concretamente de Wadi Halfa, ciudad situada al norte de Sudan a orillas de lago Nasser (lago artificial de la presa egipcia de Asuan). Este viaje, iniciado, continuado y terminado en mi sofá ha sido posible por la cercana narración que hace Javier Reverte “Martin” nombre con el que lo conocemos los que hemos viajado con él. Este escritor cien veces recomendable, te hace sentir, padecer, disfrutar de todos sus relatos. Gracias.

Es el tercer libro de la trilogía africana, y también el tercero que yo he leído sobre los viajes de Reverte en Africa. El eje central de sus libros es en este caso es el Nilo, como ya hizo en el pasado con la historia de las fuentes del mítico río. En este caso recorre África desde Etiopía hasta su desembocadura en Egipto, pasando por Sudán. Lo mezcla, eso sí, con la historia política de esos países, ensalzando sobre todo la parte colonial y de conquistas. Soy bastante incondicional de Reverte, pero se nota cuando algo simplemente le gusta y cuando algo le encanta. Lo mejor del libro es su descripción de un lugar especial para él, de la mitad hacia adelante del libro, cuando se vuelve poético es sencillamente genial. Lo que sí he notado, después de leer el quinto o sexto de sus libros, es que repite las anécdotas. También es curioso que pase por Egipto y no describa ninguno de sus lugares arqueológicos, es más, dice que no le interesa en absoluto. Lo que busca es el Africa no apto para turistas y sobre todo, su río favorito.

Extremadamente ameno, Javier Reverte es capaz de exponer con gran frescura su aventura personal, los detalles del viaje, y un repaso profundo de la historia de cada lugar que visita. Cada pais que visita merecería más contenido, de lo que ocurre durante el viaje. Sin duda una invitacion a viajar ligero de equipaje y libre de prejuicios