Carlota y Luisa se conocen en las colonias de verano. Son tan parecidas entre sí, que cualquiera podría confundirlas. Al principio se evitan porque ellas mismas se asustan de aquel parecido, pero luego la curiosidad las reúne y se hacen amigas inseparables. Carlota vive con su madre en Munich y hasta el momento creía que su padre había muerto. Luisa vive en Viena con su padre, separado, y solo conoce a su madre por una fotografía antigua. Las niñas van atando cabos, descubren que son gemelas y movidas por el deseo de conocer a su padre y a su madre, deciden suplantarse. Esto no es tan fácil como podría parecer, porque Carlota y Luisa han vivido en mundos muy distintos, e incluso son de temperamentos distintos; pero las niñas se comunican por carta y van superando las dificultades, hasta que un día una deja de escribir...