Felipe Carrillo, destacado arquitecto y peregrino del amor, se ha pasado la vida cambiando de domicilio, de ciudad, de país, de continente. Sus mudanzas le han llevado a vivir en París, Madrid, Roma y la casi mítica playa de Colán, al norte del Perú, y en cada uno de esos lugares ha creído encontrar a su último y más grande amor. Pero al final Felipe Carrillo no tendrá otro remedio que enfrentarse con la única mudanza verdadera: la que realiza al fondo de sí mismo para encontrar la dimensión total de su desarraigo y de su soledad. A través del itinerario sentimental de este arquitecto en perpetuo conflicto consigo mismo, de su relación triangular con una periodista española y su consentido y majadero hijo enamorado de su madre, el libro nos muestra un mundo desquiciado, de anhelos, amores y desamores, y nos demuestra que la vida es un embrollo de considerable magnitud.