Pocas veces me ha pasado de tener sentimientos tan encontrados con una novela. Esta es una buena historia sin embargo el autor se pasó de revoluciones con el personaje principal y, de ser un potencial personaje memorable por su sentido del humor y sarcasmo, no pasa de ser un tipo ácido, rayando en lo infantil. Al llegar al tercio del libro ya no aguantaba tanto chiste, referencia a frases célebres y analogías que buscan hacer del protagonista un tipo gracioso, aunque antipático e inmaduro. Un agote. Lo terminé sólo porque la historia es buena.
hace 2 años