Este libro narra los extraños sucesos, embriagadores y trágicos a la vez, que se vivieron en la isla de Ibiza en los años 50. Fue mucho antes de la invasión del turismo, antes incluso de la llegada de los hippies y desertores de Vietnam. En la isla convivían unos nativos de costumbres cerradas y violentas con aventureros de todo pelaje. Entre éstos había españoles, pero también alemanes de distinto signo. Unos eran altos oficiales nazis que huían de los tribunales internacionales; otros, artistas traumatizados por la guerra. Ibiza era aún uno de los lugares más bellos del mundo. En ella, confundiéndola con los últimos residuos del paraíso, recalaron los personajes de La noche del tramoyista: un escritor poco inspirado, una muchacha perdida y un pintor americano. Allí, bajo el signo de una diosa cruel, descubrirían la dispersión del amor y la desesperación con que a veces nos entregamos a la barbarie. Esta novela, narrada a tres voces con turbadora habilidad, confirmó a Pedro Zarraluki como uno de nuestros más sólidos narradores. La noche del tramoyista, entre aromas casi olvidados, se convierte en un apasionante paseo por los paisajes interiores de la pasión y la derrota. Al final descubriremos que el paraíso se pierde en cuanto se habita, y que la memoria es, con paradójica crueldad, el recurso más frágil y el único que poseemos.