Con un lenguaje fluido y periodístico el autor relata en forma de crónica lo ocurrido aquella mañana del lunes 16 de Abril de 2007. Cho Seung-hui, de origen coreano y estudiante universitario, esa mañana puso en marcha su macabro plan. Armado y con una frialdad impresionante mató, primero a dos de sus compañeros de residencia, para después disparar y fulminar a 30 personas, además de acabar suicidándose. El relato está construido con todo tipo de detalles y escrito de manera que mantiene al lector en una ansiedad propia de los mejores thrillers y libros de misterio, en general. Se nos presenta con montones de fotografías y planos de cada lugar donde ocurrieron los hechos, incluyendo, las fotos de todos los protagonistas y, a su vez, víctimas de la masacre.