Ángel Gutiérrez Sanz en este libro ofrece al lector una labor de investigación sobre el pensamiento ético del jesuita español Baltasar Gracián que le ha llevado varios años. El autor comienza con una exposición que podíamos llamar introductoria en la que se analizan y consideran cuestiones de interés, en orden a la vida y ambientación históricos del P. Baltasar Gracián que puedan servirnos para ir calando en su pensamiento. La consideración del aspecto propiamente doctrinal se inicia con el capítulo en torno a la felicidad, que como fin último puede servir de punto de referencia a otras consideraciones dentro del ámbito moral, lo que permite ir configurando el pensamiento graciano. Una vez realizada una aproximación al pensamiento moral, se pasa a examinar sus diversos aspectos: valores y hábitos morales. El ideal ético. El arte de vivir. Pesimismo moral. Moral de lucha. Moral política. Pedagogía moral. Para concluir con el carácter conflictivo del pensamiento moral de Gracián y su repercusión en la historia. A lo largo del recorrido por la obra del P. Baltasar Gracián, va quedando la impresión de que estamos ante un escritor un tanto atípico, dada su condición de religioso jesuita, dotado de gran perspicacia y grandes dotes literarias, desligado de ataduras que le impidieran expresarse libremente. El P Baltasar Gracián con sus aciertos y sus posibles desaciertos no deja de ser un miembro más de la extensa lista de autores católicos, que enriquecen el variado patrimonio cultural de la Iglesia Enmarcado entre la tradición y la modernidad supo ser un hombre de su tiempo con proyección de futuro, internacionalista y universal, nos dejó un mensaje suceptible de llegar a pensadores apartados del catolicismo. Hoy en los albores del siglo XXI Gutiérrez Sanz nos presenta a este jesuita que vivió en el siglo XVII como un maestro para nuestro tiempo que tiene mucho que decirnos. El hecho de que en diversas partes del mundo se siga estudiando su obra, así como la presencia del P. Baltasar Gracián en numerosísimas páginas de Internet, no deja duda sobre la cuestión. Con motivo del IV centenario de su nacimiento 1601-2001 se ha podido celebrar el año de Gracián con el convencimiento de que aún sigue hablándonos a través de sus libros, haciendo buenas las palabras de Azorín: " El padre Gracián está fuerte, vivirá muchos años, su cuerpo es fino y flexible, escribirá todavía muchos libros".