Hace sólo seis días que ha empezado el otoño, y por el campo que circunda Madrid corren tempestades revolucionarias y vientos de miedo. Un rumor de pasos africanos se acerca. En la ciudad, la vida transcurre entre el regocijo de los que piensan que ellos están cambiando su destino, y el espanto de los que cada día se van a la cama pensando que alguien va a venir a buscarles para reventarles la vida a tiros. Madrid es una loca fiesta, una algarabía de revolución, donde los alquileres bajan a la mitad por orden del gobierno y la carne sube al doble por órdenes del mercado. Madrid espera con ligereza lo que vaya a suceder con el tropel de moros y legionarios que arrollan desde Toledo las defensas republicanas. En Madrid se va a librar durante cuatro meses una batalla que pasará a la leyenda.