Entre bromas y pullas, cuatro parejas inician un viaje al norte de África en un minibús alquilado. A primera vista, parecen unos turistas con ganas de disfrutar a tope de sus vacaciones, pero en realidad los hombres forman parte de una banda de delincuentes madrileños de poca monta y se dirigen a Marrakech con un encargo muy concreto: desvalijar un banco durante la feria de orfebrería que se celebrará en la ciudad.El cerebro de la operación, un joyero francés conectado con la jet set internacional, les proporcionará un guía y un contacto sobre el terreno, y, una vez finalizada la tarea, una bolsa de nada menos que dos millones de euros. Sin embargo, pronto surgirán los primeros motivos de inquietud, y lo que debía ser un trabajo rápido y limpio deriva en una serie de acontecimientos imprevisibles que arrastran a los ufanos maleantes a una situación que jamás habían imaginado.