Poesía irreverente, subversiva, rebelde, irónica, llena de fuerza, feroz, amoral incluso y muy incómoda en los años en que fue escrita y publicada, en torno a los años 50 y 80, los años de la contracultura. Junto a Kerouak y Williams S. Burroghs, entre otros, Ginsberg formó parte de la famosa generación Beat, precursora del movimiento hippie y de la subcultura hípster contemporánea, que admiraba a poetas como Whitman, Blake, García Lorca o William Carlos Williams. En sus poemas, Allen Ginsberg intenta reproducir el lenguaje vivo, la cadencia del habla cotidiana, con objeto de reivindicar la libertad de expresión, la libertad sexual, la homosexualidad, el consumo de drogas y el pensamiento oriental. La suya es una poesía de clara denuncia, que ataca especialmente el consumismo, el capitalismo, las guerras, la injusticia y la corrupción de la sociedad occidental, especialmente de la sociedad americana. Tras la publicación en 1956 del más famoso de sus poemas “Aullido/Howl” fue prohibido y sometido a juicio por obscenidad, término que hacía referencia a su claro contenido homosexual y eso fue lo que curiosamente le catapultó a la fama internacional. Otra de sus facetas menos conocidas es su postura respecto a la pedofília, que él justificaba como libertad de expresión, dudoso y discutible uso del concepto de libertad, cuando para ejercerla coarta y violenta la libertad de los demás… En Kaddish y otros poemas, publicados en 1961, centrados en el recuerdo de su madre, hay mucha furia, mucha crítica social, crudeza y al mismo tiempo compasión. Muchos de ellos fueron escritos bajo la influencia de las drogas y están impregnados de autodestrucción e intención redentora. Y con todo, Ginsberg es un poeta valiente, interesantísimo, con mucho carisma. Acaba sus versos afirmando que el mensaje de sus poemas, extraído de su bagaje budista, es ensanchar el área de la conciencia… Intentar abrir la mente. Y no obstante, es posible que él se quedara en el intento…
hace 5 años