Joni Eareckson Tada fue víctima de un accidente mientras nadaba quedando paralítica del cuello a los pies. En segundos, una mujer joven, activa, vigorosa quedó incapaz de hacer cualquier cosa. Desde ese día, Joni podía mover solamente su cabeza y el cuello; pero ella se convirtió en una gran pintora, usando su boca para sostener el pincel. Ésta es una historia que todos debe leer. Los principios espirituales en los que confía esta mujer son útiles para cada lector. La historia de Joni tendrá un significado especial para los que tengan algun dificultad en su vida y quieran resolverla con demasiada rapidez